Huwaei: victima del imperialismo estadounidense



Introducción:

Este deslizamiento de la gran crisis económica a su último tramo está ocasionando en primer lugar el desmoronamiento de la economía estadounidense (hasta 2010 primera potencia economía capitalista) con toda su estructura, además, la aparición de una nueva estructura económica capitalista…

Bien se sabe que Estados Unidos perdió la hegemonía mundial a finales del 2010. Sus precedentes han sido su bancarrota económica y la ascensión de China como una gran potencia económica. A partir de ahí la destrucción de ciudades y la sangría de pueblos (Siria, Irak, Yemen, etc.) fueron permanentes. Entonces el juego geopolítico consistió en que el pentágono conducía graves provocaciones, en tanto Rusia y China fijaran sus rostros hacia otras direcciones responsabilizando de tales actos a “terroristas” olvidándose de los paramilitares fascistas y de las conexiones que estas bandas asesinas tenían con el ejército estadounidense. Aquello ocurría mientras las tempestades se batían inmisericordemente sobre la economía mundial.

En 2017 su situación realmente se hizo insostenible. Fue derrotada en la península coreana. La gran RPDC la había enrostrado que el ataque nuclear preventivo ya no era su monopolio. Algunos se reían de semejante atrevimiento, decían con sorna: “La RPDC es un país minúsculo”, pero en unos días se aclaró la situación. Estados Unidos abandono la península coreana. La nueva situación mundial estaba aclarada. Los que se reían quedaron estupefactos.

Entonces los camastros militares estadounidenses viraron hacia Rusia y China. Cierto, desde la segunda quincena de enero de 2018 Estados Unidos expandió sus provocaciones hacia las fronteras de estos dos países, Europa del Este y el Mar Meridional de China, respectivamente.

Y así las contradicciones inter-imperialistas empezaron a caldearse. Los pactos se fueron al diablo. En efecto algo sorprendente estaba empezando a emerger en las contradicciones inter-imperialistas. Estaban ahondándose las pugnas de intereses entre Estados Unidos, Rusia y China. Cierto, el imperialismo estadounidense había enfilado su armamentística contra Rusia y China, pero principalmente contra Rusia.

El avance deficitario de la economía estadounidense ha sido desde los años sesenta del siglo pasado. En los años setenta fue muy clara aquella situación y es precisamente cuando se desliza a un ciclo económico largo de contracción y crisis (1973).

Tras el inicio de la gran crisis económica en 2008 el saldo comercial de Estados Unidos ha ido empeorándose como consecuencia de las políticas neoliberales aplicadas desde los ochenta consistentes en los procesos de desregulación de mercados, apertura comercial, ampliación de las finanzas internacionales y la deslocalización industrial al que entonces llamo globalización.

Cierto, desde 1980 cuando liberalizó los mercados, su PIB per cápita creció 1,61% anual y, desde la crisis de 2008 apenas 0,6%. En tanto China crecía a un promedio de 9,6% anual.

No podemos esconder que en la actualidad aquellos índices, el bajo crecimiento del PBI y el déficits comercial, mantienen aquella tendencia. Son persistentes.

Saltándonos en los años y ubicándonos en 2019 (ojo, para el lector que quiera profundizar y obtener los datos de los años previos a 2019, recomiendo la lectura del siguiente artículo: “Gran depresión económica de 2008, equiparación de fuerzas y desarticulación del sistema” publicada el 12 de noviembre de 2013), en el primer trimestre de este año el crecimiento en su PBI ha sido de 0,8 %.

Entonces, ¿qué sucede con China?


Según cifras del Banco Mundial entre 2012 y 2016 China habría contribuido al crecimiento económico mundial en un 34 %, más que la aportación combinada de EEUU, la Unión Europea y Japón.

Pero en la actualidad algo que transciende en la operatividad de China es su agitación por la concreción de la ‘Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda’ (o la ‘Nueva Ruta de la Seda’). Esto es muy importante.

Como se sabe aquello fue planteado por primera vez en el año 2013. Es un ambicioso proyecto de infraestructura de comercio que se está expandiendo a nivel mundial. Está prevista la firma de Suiza, mientras que en marzo Italia recibió críticas de sus aliados europeos por convertirse en la primera nación del G7 en unirse oficialmente a la iniciativa. Aquello ahora está muy avanzado.

China en el logro de este objetivo ha realizado importantes foros y cumbres. En este marco a finales de abril de 2019 hubo una reunión muy importante de 150 naciones, incluidos líderes mundiales de alrededor de 40 países en Pekín, entre ellos todos los líderes de los 10 países que forman la ASEAN. Aquello fue en el marco del 2.º Foro para la Cooperación Internacional e inserto en el enorme proyecto comercial chino conocido como la ‘Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda’ (o la ‘Nueva Ruta de la Seda’). Las prensas internacionales han informado que a este proyecto de gran envergadura se han unido Italia, también próximamente estarían apuntándose el Reino Unido, Suiza, Francia, España y Australia.

Las conclusiones son claras: el caso de Huwaei era algo de esperar como proteccionismo de EEUU en su economía mundial.

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